
DE ALEX BUCHER NAVARRO
ABRIL 2010
Érase una vez un niño que lo que más quería en el mundo era ir a la luna. El niño se inventó un día una catapulta de gomas elásticas y un cuenco muy grande. Ató las gomas a dos árboles muy grandes e intentó ir a la luna pero no funcionó porque había muchas ardillas en ese campo y mordieron las gomas.
Entonces hizo una torre de ladrillos y los pegó con cemento, pero la torre llegó a pesar tanto que se giró el planeta sobre su eje y todos creían que las alienígenas atacaban.
Pero como no funcionaron ni la catapulta ni la torre, vio un pájaro muy grande y se montó en su espalda. Y fue muy lejos pero como ya estaba muy cansado el pájaro se quedo dormido y se cayeron al agua.
Como no funcionaron ni la catapulta, ni la torre, ni el pájaro, pues le dijo a sus padres que le compraran muchos globos y los ató en la cama y voló mucho pero el gas de los globos se fue y se cayó. Pero como le quedaba un poquito de gas fue bajando muy despacito.
El niño dijo a sus padres que quería ir a la luna y le compraron un cohete de juguete que tenia cera derretida dentro.
Le gustó mucho y un día le dijo a sus padres que quería ir a la luna con un cohete de verdad.
– Vale - dijo su padre, y fueron a un sitio donde había muchos cohetes.
Su padre era astronauta, así que el niño tenía mucha suerte. Se montaron juntos y el papá del niño le dijo a su jefe:
- ¿Puedes darme un traje de astronauta para mi niño?
Se montaron y el padre empezó a arrancar el cohete. El niño le dijo muchas veces:
- ¿Cuándo llegamos, papá?
- Ya mismo, hijo.
Por fin llegaron… El niño estaba muy emocionado. Creía que la luna era queso.
Fin
ABRIL 2010
Érase una vez un niño que lo que más quería en el mundo era ir a la luna. El niño se inventó un día una catapulta de gomas elásticas y un cuenco muy grande. Ató las gomas a dos árboles muy grandes e intentó ir a la luna pero no funcionó porque había muchas ardillas en ese campo y mordieron las gomas.
Entonces hizo una torre de ladrillos y los pegó con cemento, pero la torre llegó a pesar tanto que se giró el planeta sobre su eje y todos creían que las alienígenas atacaban.
Pero como no funcionaron ni la catapulta ni la torre, vio un pájaro muy grande y se montó en su espalda. Y fue muy lejos pero como ya estaba muy cansado el pájaro se quedo dormido y se cayeron al agua.
Como no funcionaron ni la catapulta, ni la torre, ni el pájaro, pues le dijo a sus padres que le compraran muchos globos y los ató en la cama y voló mucho pero el gas de los globos se fue y se cayó. Pero como le quedaba un poquito de gas fue bajando muy despacito.
El niño dijo a sus padres que quería ir a la luna y le compraron un cohete de juguete que tenia cera derretida dentro.
Le gustó mucho y un día le dijo a sus padres que quería ir a la luna con un cohete de verdad.
– Vale - dijo su padre, y fueron a un sitio donde había muchos cohetes.
Su padre era astronauta, así que el niño tenía mucha suerte. Se montaron juntos y el papá del niño le dijo a su jefe:
- ¿Puedes darme un traje de astronauta para mi niño?
Se montaron y el padre empezó a arrancar el cohete. El niño le dijo muchas veces:
- ¿Cuándo llegamos, papá?
- Ya mismo, hijo.
Por fin llegaron… El niño estaba muy emocionado. Creía que la luna era queso.
Fin
ME HA ENCANTADO EL CUENTO!
ResponderEliminarLa luna no es de queso,
ResponderEliminarel queso se lo comen los ratoncitos.
Úuuuu llaaaaaaaam llaaaaaaam.:)